Qué ricas son las magdalenas y que cómodas son de comer. Además si las guardamos en una lata duran más de una semana. Como os comenté cuando hice este bizcocho, las semillas de amapola, aparte de quedar bonitas, le dan un toque ligeramente crujiente al masticar.
- 195 g de harina
- 1 cucharadita de levadura
- 1/4 cucharadita de sal
- 1 cucharada de ralladura de limón
- 2 1/2 cucharadas de semilla de amapola (las podéis comprar en un herbolario)
- 170 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 150 g de azúcar
- 3 huevos
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 60 ml de leche
PREPARACIÓN
Precalentamos
el horno a 180ºC.
Preparamos
las cápsulas de magdalenas en una bandeja. (si en vez de magdalenas hacéis el
bizcocho engrasar un molde rectangular tipo plumcake y poner papel de hornear
en la base para que sea más fácil desmoldarlo).
Tamizamos la
harina y la levadura. Lo mezclamos con la ralladura de limón, la sal y las
semillas de amapola.
Batimos la
mantequilla con el azúcar hasta que quede una mezcla cremosa.
Añadimos los
huevos de uno en uno, y batimos a velocidad baja. No añadimos el siguiente
hasta que el anterior esté bien incorporado.
Añadimos el
extracto de vainilla y batimos.
Añadimos 1/3
de la mezcla de harina y batimos a velocidad baja. Añadimos la mitad de la
leche y volvemos a batir. Añadimos otro tercio de la harina. Batimos. Echamos la
otra mitad de la leche, volvemos a batir. Terminamos de añadir la harina. Y batimos.
Repartimos
la masa en las cápsulas (llenamos hasta 2/3 de su capacidad).
Horneamos 25
minutos. Las dejamos enfriar sobre una rejilla y listas.
Si hacéis el bizcocho hay que hornearlo 1 hora.
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